- segundaguerra74
- 2 abr 2019
- 1 Min. de lectura
Existía una ciudad desde la cual se podía detener a los alemanes y esa fue Stalingrado
Como no pudo meterse en el bolsillo a Moscú, Hitler ordenó a su Ejército a apoderarse con rapidez de los campos petrolíferos de la URSS en el Cáucaso, a cualquier precio. Y designó en el más alto cargo de responsabilidad al comandante del VI Ejército, el general Friederich Wilhelm Paulus
El 16 de junio de 1942 llegó el general Vasili Chuikov para iniciar la protección de la ciudad y presenció que las tropas estaban desmoralizadas. Pidió ayuda inmediata y se la brindó la Aviación. Si los alemanes pasaban triunfantes, Rusia quedaría dividida en dos. Temeroso de una derrota Stalin prohibió la rendición, cualquiera fueran las razones y ordenó a la antecesora de la KGB que, desde retaguardia, matara a todo soldado que no hiciera frente al fuego enemigo y retrocediera.
“Esta acción genero a mas de 200 mil muertes del lado soviético que después pudieron ser utilizadas"
En vez de dirigir todas sus fuerzas hacia el sur, hacia el Cáucaso, Hitler se empecinó en concentrarlas frente a Stalingrado y logró que sus fuerzas barrieran con bombas aéreas las fábricas y atenazó a la ciudad